‘En el blanco’: un antiguo cuadro de la Liga Espartaquista comenta la declaración de Tendencia Bolchevique sobre la rectificación del Grupo Internacionalista respecto a Rusia y la OTAN

Un antiguo cuadro de la Liga Espartaquista nos envió la siguiente observación sobre “Más vale tarde que nunca“, comentario sobre el cambio de posición del Grupo Internacionalista respecto a la intervención militar rusa en Ucrania, que publicamos el 25 de noviembre de 2022.


Vaya. Habéis dado justo en el blanco. Si hubiera justicia en el mundo, el Grupo Internacionalista diría: “Nosotros estábamos equivocados, vosotros teníais razón; hablemos“.

Mejor dicho, eso sucedería si los grandes egos no estuvieran como siempre implicados en el liderazgo de las organizaciones políticas. O debiera decir “casi como siempre”. Trotsky no tenía un ego pequeño, pero veía que, a pesar de los errores de Lenin sobre la dictadura democrática, éste había construido una organización revolucionaria, mientras que Trotsky no. George Washington probablemente podría haberse hecho coronar cuasi monarca, al estilo de Cromwell, pero no lo hizo. Pero, por lo general, si nos encontramos con una organización de éxito -o incluso de no mucho éxito-, nos encontramos con alguien que la dirige y que es incapaz de separar su propio prestigio personal de las consideraciones sobre lo que será mejor para la causa que su grupo aparentemente pretende promover…

Si el marxismo fuera sólo una ciencia, como la física, no importaría tanto. Muchos científicos tienen grandes egos, pero uno triunfa en la ciencia construyendo una teoría que explica los hechos mejor que la de los demás, y al final casi todos los demás científicos tienen que admitir que uno tenía razón. Pero el marxismo en la práctica sólo puede demostrar realmente su valía cuando sus defensores toman el poder del Estado. Tener razón en las predicciones está subordinado a la victoria en la lucha de clases, y ahí las circunstancias objetivas pueden frustrar incluso al grupo más correcto.

Creo que Trotsky hizo esta observación tras la masacre de Shanghai y la derrota de los comunistas chinos: dijo que aunque la oposición había predicho que los nacionalistas no serían un aliado fiable contra los colonialistas, y que aunque esta predicción correcta podría impresionar y ganar a unos cuantos intelectuales aquí y allá, cuánto mejor habría sido si, a pesar de las predicciones de la oposición, los comunistas chinos hubieran sido capaces de tomar el poder, socavando así de forma radical la perspectiva del “socialismo en un solo país”. Pero ya sé que todo esto ya lo sabéis.